Los animales nacen a partir de una fecundación. Las leyes mágicas de la vida son las mismas que en caso de los humanos. Ellos son vida, ellos son seres con un corazón que late como el nuestro. Me pregunto que los hará víctimas de nuestro especismo. Si serán las plumas, o tanto pelo, quizás las pezuñas o las patas, los picos o los huesos tan livianos de los que saben volar. Quizás es la envidia que les tenemos, porque ellos saben saltar tan alto, saben nadar muy profundo y cantar la canción más hermosa del mundo, ellos saben amar y no saben odiar. Debe ser por eso, debemos ser presas de un capricho heredado de fuerza bruta.
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