Desde los primeros instantes en este mundo, mi vida se ha convertido en un infierno. Podría caber en la palma de una mano humana, llena de cuidado y contención. Pero lo único que he encontrado en esas manos ha sido miedo y dolor; me han llevado al calor sofocante que pasaré el resto de mi corta vida. Esos sentimientos me acompañaran a mí y a mis hermanos por 45 días, todos los que viviremos. Habrá muertes, habrá heridas. Tenemos comida todo el día, pero sospecho que no será por una buena razón. Todos los días veo demonios acercarse a nuestra casa y gritarnos, golpean a mis hermanos y se llevan a quienes no resistieron la agonía. Esos demonios están siempre cerca y me dan mucho miedo y, aunque no haya conocido a mi mama, la extraño, quiero esconderme bajo sus alas para sentir el amor que merezco. ¿Dónde estará mi familia? Cuando ya estoy tan grande de comer, mi cuerpo ya duele, ya no es mi hogar. Este cuerpo no es el que merezco, ¿qué pasa? ¿Qué es esa sombra que viene y se está llevando a los demás? Están gritando, tengo miedo mamá ¿dónde estás? De repente se me acercan y me golpean para agarrarme de mis patas y me tiran dentro de una caja. ¿A dónde vamos? Hace mucho calor y afuera se ven luces y ruidos, espero que estemos yendo a donde está mi mama, la extraño y quiero verla. Quiero que estos demonios no existan más.
