Viste esa piba, la de pelo largo, la que le gustan los bichos. Te acordas de la que saca fotos, la que ama a los perros. Sabes quien, la alta que venía los lunes, la que no comía carne. La de la casa rosa, esa que era vegetariana. La de la agencia de publicidad, sabes de cual te hablo, esa que le hablaba a los árboles. Sabes que no me acuerdo el nombre, esa que defiende a los animales. Esa soy yo. No soy ni malena, ni fotógrafa, no soy publicista, ni hija, ni madre, ni escritora, ni editora, soy activista por los derechos de los animales y eso es lo que quiero ser. No le tengo miedo a la muerte, le tengo miedo al humano, a su ambición y a su falta de empatía. Tengo miedo de todos lo que no saben sentir, tengo miedo de los que nunca van a amar. Temo a la maldad y a la codicia que parece genética. Soy la activista de los derechos animales y voy a luchar por su liberación hasta que llegue la hora de mi muerte y descanse finalmente, en paz.
