Hace unos días nos llamaron porque una gallina se tiró del camión que la transportaba al matadero, la empresa, Cresta Roja. Así que nos fuimos a Buenos Aires a buscarla, ella estaba en la casa de una familia que la tuvo en tránsito, pero lamentablemente antes de llegar nos llegó el mensaje de que Ángeles (así la habíamos llamado) había muerto. No sabemos que le pasó; solo sabemos que ella quería vivir, que nació junto a miles mas, que hasta que se tiró del camión, ella no era nadie, que sus hermanas fueron colgadas vivas, fueron electrificadas, fueron degolladas, fueron trozadas y empaquetadas, vendidas como comida, como cosas sin identidad ni deseos.
Ángeles, ya sos libre.
