El otro día me llamo Lihuen, él tiene 7 años, me preguntó como hacía para trabajar para los demás animales, aparte de contarme que se comunica con ellos, que habla y le responden, cosa que creo completamente, considero que es una habilidad que muy pocos llegamos a desarrollar. Después de morirme de amor se me ocurrió que hiciera un cuento como primera etapa de su activismo. Liu me mando esta hermosa historia que comparto hoy con ustedes, que habla desde la sencillez de un niño, sobre la esclavitud, la tristeza y la libertad. Gracias por este futuro.