Los peces no entran en estado de shock, o sea, sufren hasta el ultimo momento. Son seres muy sensibles, ellos perciben a traves de las vibraciones del agua, ellos sienten. Su morfologia los aleja aun mas de nuestra precaria capacidad de empatia, imaginen si a una vaca la creemos tan distinta a nosotros, imaginen un pez, que en vez de pelos tiene escamas, que en vez de caminar nada, que respira y se mueve en el agua, imaginen lo lejos que estamos para comprender que ellos tambien son animales, que fuimos del mar, que son parte del equilibrio y que sencillamente tienen la capacidad de sentir, eso deberia ser suficiente para despertar en nosotros nuestra capacidad de amar. Muchas veces me han preguntado sobre mi alimentacion, muchas veces me han preguntado aun sabiendo que no comia animales, si comia pescado, asi de lejos estamos, tanto como para no comprender que los peces son seres vivos del mismo reino que el nuestro. En las redes van, van muchos, lo que sea, como sea, eso es la red, atrapa y sostiene hasta matar, como una pequeña presion sobre nuestro cuello, un pequeño ahorcamiento, un asesinato silencioso que no escuchamos porque pasa muy muy lejos, mas alla de los castillos magicos de los cuentos de hadas, mas lejos que la fantasia, pasa en donde no lo vemos ni lo sentimos. Los peces, animales de los mas castigados por nosotros, los hervimos vivos, los atrapamos de a millones, de a tantos que ni siquiera los contamos los que hablamos de los 2000 animales que mueren por segundo, ellos no son contados por unidad, a ellos los contamos por peso, por toneladas de muertos, peces pescados por los cuentos para chicos, por quien ama la naturaleza, por los libros de matematica, por algunos "vegetarianos", por los de todas las clases sociales, peces pescados chicos y abandonados en un muelle, peces en los barcos factoria, peces que no respetamos, que no comprendemos, peces que supimos ser.
