Somos consumidores irresponsables. No miramos los ingredientes pero si olemos el perfume, no pensamos en el animal que esta empaquetado pero si pensamos si la combinacion de su pecho queda rica con las papas, no averiguamos si la marca que nos gusta esta generada a partir del comercio justo pero si usamos horas en encontrar la remerita que mejor nos queda. Todo por encima, todo ahora y que me importa. Vamos con las bolsas por ahi sin tener en cuenta todo lo que se necesito para generar eso que nos hace feliz un ratito. Gastamos mas tiempo en sostener lo que en el fondo sabemos que esta mal que en cambiarlo. Y detras del teatro de nuestras vidas esta la maldita verdad. Animales siendo asesinados, niños y extranjeros esclavizados, selvas destruidas para sostener a un mundo que ya no puede mas. Usemos el tiempo que tenemos para pensar en como hacer el menor daño posible, intentemoslo por lo menos, veamos los ingredientes de los productos, no consumamos dolor ajeno, no le compremos a marcas que destruyen el mundo, consumamos responsablemente. Somos muy importantes cada uno de nosotros, esa es la base, no tenemos que disfrazarnos de importantes porque ya lo somos, entonces tomemos en nuestras manos los derechos que tenemos y pongamosle un poco de sentido a nuestra vida, menos superficial y mediocre, sin tanta vagueza mental, con intenciones mas reales y concretas, haciendo el bien; ahi es donde habita el amor.
