
Nos levantamos, desayunamos y nos vamos a trabajar. Nos estresamos, nos enroscamos, nos deprimimos y empastillamos. A donde vamos? Viajamos todos encima de todos, miramos la revista que muestra a las chicas mas lindas y a los chicos mas guapos, revistas que muestran lo que nunca vamos a ser pero lo que siempre vamos a desear. Llegamos a casa, hay que pagar las cuentas, hay que limpiar las cosas, hay que sacar al perro, regar las plantas, hay que, hay que, hay que. Nos perdemos en personajes que no somos y buscamos la felicidad en donde no hay nada. Quizas es momento de cerrar los ojos y respirar profundo, de dejar de buscar afuera lo que tan hermoso es por dentro. Una risa de un amigo, un animal libre, un buen libro, un beso apasionado, un abrazo con un vecino, un pajaro meciendose sobre la rama de un arbol, un viento que despeina, un mate, un secreto, una idea, compasion y empatia; un mundo mejor.