Se escabulleron en la noche y le dispararon lanzas envenenadas y lo dejaron desangrándose. A la mañana volvieron y lo remataron con un escopetazo. El era Cecil, un león de Hwange por el que un español pago 50000 euros para cazar. El cuerpo de Cecil apareció despellejado, se llevaron su piel y su cabeza. Tenía 13 años y era líder de una manada con 7 cachorros que también morirán, esta vez en manos de la naturaleza, a manos de el león que ocupe su lugar. Cuanto vacío puede haber en una persona, cuanto daño puede hacer, cuanta maldad entra en un solo ser. Es mucho el dolor que siento, ni maldecirlos puedo, matar algo tan hermoso, porque? Descansa en paz Cecil, perdón por mi raza, en algún momento de la historia se nos olvido contarle a los animales que los demonios existen y se llaman humanos.