Una vaca con un numero de nombre, esperaba su turno en la fila del matadero. El olor de su destino hizo que de la media vuelta y corriendo se dirija hacia el porton de 2mts de altura que separaba el infierno del exterior. Esta vaca, salto sus mas de 700 kg y escapo. Se escondio en el bosque y durante 40 dias, con la ayuda de la gente, logro evadir a sus captores. El pueblo se hizo eco de la noticia y un centro espiritual del lugar ofreció comprarla. Pero algo aun mas magico paso, el dueño del matadero se emociono con la historia de Emily y la vendio por 1 dolar. Ella vivio en libertad hasta su muerte, ella que estaba en la fila del matadero como las 7000 vacas que hoy van a morir solamente en Liniers, ella que podría haber sido la comida de alguien, fue el claro ejemplo de que si conociéramos a cada uno de los animales que nos estamos comiendo, si los conociéramos, si los miráramos a los ojos, no podríamos jamas llevárnoslos a la boca. Y me pregunto, porque lo hacemos si podemos vivir sin hacerlo? (Imagen del monumento que le hicieron a Emily en Hopkinton, Massachusetts)