De todas maneras estaban destinados a morir. Ahogados o degollados, ellos tenian la marca de la cosificacion, la marca necesaria para que despues podamos comprar sus trozos en un supermercado del barrio. Ellos mueren porque nosotros lo permitimos. No hay ni una sola excusa valida para que pase, pero pasa y pasara, hasta no se cuando. Ellos murieron en la crecida del Ebro, en Europa. Los dueños de los centros de explotacion los dejaron morir porque para ellos son cosas y los seguros pagan si las "cosas" aseguradas se hechan a perder (millones de euros pagaran las aseguradoras), los animales solo perdieron la vida, nada mas ni nada menos, solo un poco antes de tiempo, unos dias quizas, antes de ser enviados al matadero. Por lo menos sus cuerpos nadie comera, nadie sentira placer al degustar una pata o un pedazo de su pecho, nadie se los llevara a su boca. Que en paz descansen, pobres animales que tuvieron la mala suerte de cruzarse con nosotros, los humanos. (Foto tras los muros)