Hace 8 años tuve una hija. En ese momento no me replantee nada relacionado con la superpoblacion o con un mundo doloroso, con traer un humano a este mundo tan cruel; en ese momento no me replantee nada de nada. Me acuerdo de las sensaciones de mi cuerpo en esos primeros meses, me acuerdo cuando empezo a moverse en mi panza, me acuerdo que se movia de acuerdo con lo que yo comia, me acuerdo de tratar de estar bien porque pensaba que eso le haria bien a ella, me acuerdo del amor. Sentia una hermosa union. Estos son fetos de cabras, cabras que llegaron preñadas al matadero y que fueron asesinadas. Los matarifes agrupan los fetos y los descuartizan como hace un rato lo hacian con sus madres. Imagino a esos animales, con su conexion, con el contacto que no puede describirse, de una madre con su hijo, con esa union; imagino que no querrian morir porque simplemente no querrian que maten a ese bebe, que crece dentro suyo, porque todos estamos programados para cuidar de la vida, imagino el terror. Despues de ser asesinados, seran empaquetados y comercializados como comida y lamentablemente seran comprados en alguna carniceria y seran asados y seran comidos por algun humano que con cada mordisco se convertira en complice de la muerte de cada uno de estos animales. Y todo por satisfacer un gusto, que durara un momento, un solo instante y que terminara con la vida de otros, para siempre.