Había una vez un mundo lleno de cosas feas. La oscuridad se respiraba. En este mundo vivía una niña llamada Princesa. Pero no se confundan con las princesas de los cuentos, a esta princesa la bautizaron con ese nombre unas personas que la encontraron y la vieron tan pero tan hermosa, que le pusieron así. Princesa. Los papas de Princesa vivían en una parte del mundo donde los sonidos malos cubren las noches, donde la violencia juega a las escondidas y siempre gana. A este lugar lo gobernaba un grandote llamado Hambre. Este ser inmundo devoraba el olor al limón, el de las flores violetas, devoraba las risas y las canciones de cuna. Era un asqueroso. Estaba casado con la señora Dinero. Este otro horrible ser, acompañaba a su esposo a todos lados, no existía uno sin el otro. El tema es que Princesa vivía en este mundo liderado por Hambre y Dinero y se estaba muriendo. Nuestra niña, la niña de este cuento se moría poco a poco. Los papas de Princesa no tenían nada. Habían perdido todo o mejor dicho se lo habían robado. Los malditos que trabajaban para los manejadores del mundo les habían sacado lo poco que tenían porque a los manejadores les hace mal la felicidad, ellos se alimentan de dolor. Un día donde el sol tímido se esconde de las nubes, el papa de princesa encontró tirado en la calle un lápiz. Lo agarro mirando para todos lados esperando que nadie lo viera hacer eso, estaba penado en este mundo cambiar la rutina, y un lápiz puede cambiarlo todo. Lo llevo a donde vivía y lo apoyo en una mesita que el mismo había hecho. No sabia que hacer con el. Esa noche llovió como nunca. Una gran tormenta lleno de agua el mundo y fue tan grande que hasta alcanzo a borrar las fronteras. Todo flotaba en el mundo ese día. El papa agarro a la mama, a Princesa y al lápiz que había encontrado; mientras el agua se los llevaba lejos. El papa sostenía muy fuerte a su niña y a su mujer, pero era tanta el agua que comenzaron a resbalarsele de sus manos. Y antes de aceptar que si no soltaba algo todos morirían, antes de eso dibujo sobre una pared que ya casi estaba cubierta por el agua, dibujo un bote y subió a la niña a el. Y ella naufrago hasta el amanecer. Princesa llego desde Africa a las costas de España. Llego en un bote de juguete, con fiebre y frio. Sus papás no pudieron subir y la dejaron ir porque soltar es la unica forma de tener una esperanza.
