"El cuatrerismo en Buenos Aires funciona por redes distribuídas en zonas liberadas. Hay zonas mas candentes que otras, ahora te voy a contar por qué. Lo primero que es importante saber es que esos hombres, los cuatreros que roban los caballos, trabajan para los acopiadores, que son las personas que están autorizadas por la ley a proveerles los caballos a los frigoríficos. El negocio de la carne de caballos, esta equilibrado con una dosis justa de legalidad que permite venderle carne equina al mundo. Si yo tengo una tropilla de caballos y los quiero mandar al matadero no los puedo mandar directamente, se los tengo que vender a un acopiador que los tiene que tener 5 días en el campo. Ese campo tiene que trabajar con un veterinario y a la vez ser inspeccionado por el SeNaSa y la Policía. Recién después puede entrar a frigorífico. El campo de acopio cumple una función estrictamente sanitaria: garantiza que, al menos en esos días, los caballos no reciban ninguna medicación que pueda ser perjudicial para las personas que lo consuman. Los acopiadores tienen que tener un número de matrícula con registro oficial, que debería garantizar cierto control sobre sus movimientos. Pero eso no es mas que una ilusión: un campo de acopio es un aguantadero de animales. El cuatrero trabaja por células. Yo y vos somos cuatreros, por ejemplo. Nos turnamos: yo voy a robar a tu sección y te dejo a vos que vengas a robar a la mia. Cuando a vos te toca venir a robar a mi partido yo te marco el campo, te enseño los caminos de escape, todo. Es un sistema que se fue armando y distribuyendo con los años, un sistema de inteligencia delictiva que funciona. Si te fue bien, el pacto del cuatrero termina en un vamo' y vamo" Fragmento de Saporiti del libro de Soledad Barruti "Mal comidos". Leamos mas. Leer alimenta a las ideas.
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