La industria del dolor
Caen en la trituradora que los despedazara vivos. Recién nacidos, esperando naturalmente el calor de la mama y recibiendo el frío serpentear de las cuchillas. Todo porque ellos, que no son perros ni gatos, son tomados como cosas y aunque en nuestro código civil este penado el maltrato animal, ellos no son nada porque nacieron machos y no dan huevos, entonces, no generan ganancias, por ende no tienen ningún valor. Así somos, ponderamos el dinero en vez de respetar la vida de l